10 diciembre 2010

Los antídotos


Las horas se va sumando en constantes grupos de 24.

Nacen los días y mueren -capicúas- con religiosa y rigurosa puntualidad.

Los sentimientos empapan cada poro,

y me relamo con los buenos,

a la vez que me retuerzo con los malos.

Debían ser las 3 de la mañana,

cuando tomé decisiones precipitadas.

Buscaré un suero para mi corazón,

un antído de alma.

1 comentario:

antesdei dijo...

Me gusta todo...
Tan colgable, que alegra.
Saludos!