Encontramos los latidos como pelos en la bañera. Se repiten por castigo, en diferentes frecuencias, tempos....pero no paran....
La dinámica del vivir sacude los momentos de sosiego de una forma atroz, desaforada, rozando el ridículo.
Encontramos latidos llenos de suciedad, sin ventilación posible, drenados.
Es difícil dictaminar cuándo debemos detenernos a echar un cigarro, aunque sea con el fin de respirar aire impuro.
3 comentarios:
un escalon, otro escalon...
en albacete ando :)
saludos
Langa... Cuánto tiempo y qué bien leerte. La última entrada de mi blog iba un poco en este tono, no más agitación externa, que la agitación sólo sea externa y bien viva...
Un beso enorme!!!
(Me refería a interna!)
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